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  Nuestras Publicaciones/ Avances Técnicos

  Es una publicación con información científica y tecnológica, derivada de los procesos de investigación y que se utiliza como herramienta básica por el Servicio de Extensión de la Federación Nacional de Cafeteros en su labor de asistencia a los caficultores.

Incidencia de llaga macana /Ceratocystis fimbriata/ en la práctica de poda de ramas bajeras en árboles de café. (avt0252)

El objetivo del presente trabajo fue conocer la incidencia de /Ceratocystis fimbriata/ sobre las heridas efectuadas en la poda de ramas de árboles de café y la efectividad del control químico recomendado. En árboles variedad Caturra de 6 años, la poda de ramas bajas se realizó mediante dos sistemas: Con machete, cortando a ras de tallo y con tijeras de podar dejando 2 cm de largo de la rama; el fungicida aplicado fue Derosal, (4 g/l), aplicado con aspersora de espalda, en el caso de heridas con machete y con aplicador incorporado a las tijeras. En los tratamientos con inoculación artificial se utilizó una suspensión 8.500 ascosporas/ml, depositando una gota de 10 microlitros en cada herida. En un diseño completamente aleatorio, 5 árboles por tratamiento y 5 repeticiones, se eliminaron 8 pares de ramas bajas. Los tratamientos fueron: 1. Con machete; 2. Con tijeras; 3. Con machete + fungicida; 4. Con tijeras + fungicida; 5. Con machete + fungicida + /C. fimbriata/; 6. Con tijeras + fungicida + /C. fimbriata/; 7. Con tijeras + /C. fimbriata/ y 8. Con machete + /C. fimbriata/. Quince días después de la inoculación se calificó la colonización del patógeno en las heridas y 4 meses después, avance de la lesión causada por el hongo. El 23% de heridas causadas con machete, se infectaron en forma natural y 97% cuando se inoculó el patógeno. El 12% de las ramas primarias eliminadas con tijeras se infectaron inicialmente en forma natural, sin avance de la lesión al tallo principal; mientras que 41% de estas ramas se infectaron artificialmente, avanzando la lesión hasta el tallo en 7.8% de los casos. El 55% de las heridas con machete y tratadas con el fungicida se infectaron artificialmente, mientras el 15% de éstas igualmente protegidas se infectaron en forma natural. En heridas con tijeras y tratadas hubo un 6% de infección inicial en forma artificial y cero infección natural. Se concluye que la poda de ramas con machete cortando a ras de tallo predispone a que ocurra alta infección por el patógeno, la cual no es eficientemente controlada por el producto químico, ya que el sistema de aplicación no permitió proteger las heridas. Mientras que al cortar las ramas con tijeras (con o sin fungicida), la infección no avanzó al tallo principal.

CASTRO C., B.L.;

1998

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