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Daños causados por arañas en los cafetales. (avt0242)

<p>(avt0242)Daños causados por arañas en los cafetales. (avt0242)</p>

El primer registro de daño en café causado por una araña de Líbano, Tolima, a mediados de Agosto de 1995, cuando se visitó una finca donde se hizo un reconocimiento del problema. La posible causa de la abundancia de arañas que enredaban con la tela los árboles de café se atribuyó a excesivas aplicaciones de insecticidas que se realizaron contra la broca del café, la cual recién hacía su llegada a esa zona. Con las aplicaciones generalizadas y frecuentes sólo se logró causar explosiones de minador de la hoja del cafeto que las arañas eligieron como presa, estableciendo su nido en los cafetos atacados por el minador. La hembra enrolla una hoja del cogollo y allí deja una masa de huevos de la que salen cientos de arañitas que secretan gran cantidad de hilos que forman una red muy fuerte y grande sobre las ramas del tercio superior del árbol. Esta red absorbe la radiación y eleva la temperatura, lo cual causa secamiento de las hojas que caen y quedan enredadas en la red formando una maraña que produce secamiento de los frutos más jóvenes. De una muestra colectada en la vereda La Manuela de Manizales, el Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional identificó las siguientes especies: /Cyrtophora citricola/ Forskal, /Argiope argentata/, /Gasteracantha cancriformis/, /Mastophora/ sp. y /Leucage/ sp. La primera especie es la más común y en el Valle del Cauca se ha convertido en un problema de los huertos frutales ya que cubre todo tipo de arbustos y árboles ornamentales en calles, avenidas y carreteras. Se le conoce como Araña Parda del Mediterráneo y sus altas poblaciones pueden explicarse por la ausencia de enemigos naturales; pues se trata de una especie exótica que ha llegado a un hábitat muy favorable. Algunos caficultores han tenido éxito y han logrado impedir el crecimiento poblacional de la araña haciendo recolecciones periódicas de las masas de huevos (ootecas) que se observan en el centro de la tela, antes de que los huevos eclosionen. Las telarañas se pueden destruir aplicando agua a presión, después que se han recogido las ootecas. Esta práctica es recomendable en ausencia de lluvias.

Autor(es):

CARDENAS M., R.;POSADA F., F.J.;BUSTILLO P., A.E.;

Año de Publicación:

1997

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Entrada publicada por:WEBMASTER CENICAFE el 1997-01-09 a las 12:00 AM

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